La administración Trump impuso nuevas restricciones a los vuelos procedentes de México y advirtió que podría revocar la alianza entre Delta Air Lines y Aeroméxico, alegando violaciones a un acuerdo bilateral de aviación.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo que la decisión del gobierno mexicano de obligar a las aerolíneas a trasladar operaciones del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de Ciudad de México al más distante Aeropuerto Felipe Ángeles otorga una ventaja injusta a las aerolíneas mexicanas. A partir de ahora, todos los vuelos de pasajeros, carga y chárter de aerolíneas mexicanas deberán someter sus horarios al Departamento de Transporte de EE.UU. para su aprobación.
Delta y Aeroméxico, cuya alianza data de 2016, sostienen que poner fin al acuerdo dañaría a los consumidores, el empleo y el turismo transfronterizo, poniendo en riesgo beneficios económicos estimados en más de $800 millones. La terminación propuesta entraría en vigor en octubre, pero ambas aerolíneas planean impugnar la decisión.