Tláloc fue el dios mexica de la lluvia y del relámpago y era conocido por su habilidad para dominar el agua y contribuir al crecimiento de los cultivos de maíz de aquellas épocas.
Conviene subrayar que éste dios era esposo de la diosa Chalchiuhtlicue conocida como la deidad del agua y del amor.
Antes creían que cuando llovía de manera exagerada, a tal grado de ocasionar inundaciones o sequias, decían que era Tláloc quien se estaba manifestando de manera positiva o negativa.
Un dato interesante es que existe en México un volcán llamado monte Tláloc y según cuentan algunas leyendas, éste era el recinto donde vivía éste dios.