Las banquetas adosadas al pie de los muros de este recinto están formadas por bloques de piedra bellamente labradas con bajorrelieves y pintados con colores vivos sobre fondo rojos.
En las banquetas se representan procesiones de guerreros armados que convergen en un zacatapayolli, encajando las espinas o punzones ensangrentados utilizados en el autosacrificio.
Estos elementos arquitectónicos, al igual que los braceros que representan el rostro de Tlaloc, son de inspiración tolteca, estilo que copiaron los mexicas cuatrocientos años después de su establecimiento.