Descubren el Palacio de Axayácatl bajo el Monte de Piedad en la CDMX.

Debajo del Monte de Piedad en la CDMX fueron encontrados los restos de lo que fue el Palacio de Axayácatl y posteriormente la Casa de Cortés.

Muy cerca del Zócalo capitalino y de la Catedral Metropolitana, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron restos del Palacio de Axayácatl debajo del Nacional Monte de Piedad.

De acuerdo a las investigaciones en las casas Viejas de Axayácatl pudieron suceder algunos de los eventos más decisivos de la conquista de México-Tenochtitlán, como la muerte de Moctezuma, el 29 de junio de 1520, las excavaciones encontraron parte de lo que habría sido el palacio y la posterior casa construida por orden de Hernán Cortés.

Gracias a la restauración de la casa matriz del Monte de Piedad, los investigadores del INAH encontraron fragmentos de la antigua casa del padre de Moctezuma II, Axayácatl, los descubrimientos se hicieron bajo el proyecto reciente dirigido por Raúl Becerra y José María García, responsable y colaborador del Programa Arqueología Urbana (PAU), respectivamente.

De acuerdo con la exploración hecha en la mitad norte del edificio, los investigadores del PAU efectuaron un salvamento concentrado en el patio central y un cuarto adyacente, tras las excavaciones, se encontraron pisos de lajas de basalto que debieron pertenecer al Palacio de Axayácatl, gobernador de México-Tenochtitlán entre 1469 y 1481, asimismo se encontraron bloques que debieron pertenecer a la casa edificada por el conquistador español.

El hallazgo del Palacio de Axayácatl y la Casa de Hernán Cortés.

Raúl Barrera y José García explican que se hicieron doce pozos de sondeo en torno al patio con 1.5 metros de profundidad, Cabe señalar que también se realizaban trabajos de reforzamiento de las columnas que delimitan y sostienen el primer piso del inmueble,  En los pozos de los lados norte, este y oeste se encontraron restos de un muro de piedra y argamasa; las medidas son 1.50 metros de alto por 1.25 de ancho y sirvió como cimiento del inmueble edificado en 1755.

El palacio y la casa

Los descubrimientos más impresionantes tuvieron lugar en el cuarto adyacente, ya que ahí los arqueólogos del PAU encontraron restos de una habitación hecha de sillares de basalto y tezontle con una dimensión de 5 por 4 metros,según el análisis, se trata de una parte de la casa de Cortés construida en 1521.

Debajo de la casa de Cortés, a tres metros de profundidad, se encontró otro piso de lajas de basalto con características prehispánicas, se piensa que fue parte del Palacio de Axayácatl, probablemente un patio, de acuerdo con Becerra y García, los materiales de la casa colonial se reutilizaron de los edificios prehispánicos.

Algunas de las pruebas de lo anterior son los empotrados de la esquina de la fachada de la esquina interior sureste del cuarto colonial.

 En el lugar se encontraron dos sillares tallados con representaciones de Quetzalcóatl, así como glifos que representan el tianquiztli o mercado.

Algunos de los materiales diagnósticos, los cuales permiten fechar de forma preliminar estos hallazgos, son restos de cerámica prehispánica y colonial, cuyos tipos estilos corresponden a los periodos históricos referidos: Azteca III: Anaranjado Monocromo, Negro sobre Anaranjado y Loza Texcoco Bruñida; además de loza vidriada y mayólica española y novohispana.

Casas Viejas de Axayácatl

Raúl Barrera, también investigador de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, reflexiona que existen testimonios materiales que resultan elocuentes por su escasez, y es el caso de los recientes descubrimientos en el Nacional Monte de Piedad, los cuales “hablan” de la destrucción a la que fueron sometidos los edificios principales de Tenochtitlan, tanto con fines simbólicos como prácticos.

Pese a la humildad de estos testigos, esos pisos prehispánicos fueron los mismos por los que deambularon los invasores españoles y sus aliados a su llegada a Tenochtitlan, el 8 de noviembre de 1519. Moctezuma II les permitió alojarse en las casas viejas que habían pertenecido a su padre y, al poco tiempo, las convirtieron en su cuartel.

Estando en ese palacio, diversos hechos se suscitaron; por ejemplo, adecuaron una habitación para dar misa y, ahí mismo, mantuvieron cautivos a varios gobernantes, empezando por quien fuera su anfitrión: Moctezuma Xocoyotzin; Cuitláhuac, señor de Iztapalapa; Cacamatzin, tlatoani de Texcoco, e Itzcuauhtzin, señor de Tlatelolco, entre otros.

Luego de que el 22 de mayo de 1520, por orden de Pedro de Alvarado, se suscitó la matanza de la fiesta de Tóxcatl,en el Templo Mayor, los españoles se replegaron y regresaron al Palacio de Axayácatl.

 Ese hecho desató el enojo de los mexicas y, hacia finales de junio de ese año,  sitiaron a los invasores en ese inmueble, Hernán Cortés quiso contener la furia a través de Moctezuma, quien desde la azotea intentó aplacarlos, pero los esfuerzos fueron en vano, pues su hermano Cuitláhuac era el nuevo gobernante.

La noche del 30 de junio de 1520, los españoles huyeron a Tlaxcala por la calzada de Tlacopan hoy Tacuba, dejando atrás las Casas Viejas de Axayácatl.

Hernán Cortés quiso contener la furia a través de Moctezuma, quien desde la azotea intentó aplacarlos, pero los esfuerzos fueron en vano, pues su hermano Cuitláhuac era el nuevo gobernante.

La noche del 30 de junio de 1520, los españoles huyeron a Tlaxcala por la calzada de Tlacopan hoy Tacuba, dejando atrás de las Casas Viejas de Axayácatl.

Casas de Cortés

Tras la caída de Tenochtitlan, los mexicas sobrevivientes fueron obligados a destruir, con sus propias manos, sus templos y palacios y, con los mismos materiales, a levantar la nueva ciudad, las Casas Viejas de Axayácatl darían lugar a las Casas de Hernán de Cortés, las cuales fueron también sede temporal del primer Cabildo de la Nueva España, hacia 1525, y del Marquesado del Valle de Oaxaca, título nobiliario para hacerse cargo de una especie de gobierno, concedido por sus servicios a la Corona española, en 1529.

A la muerte del conquistador, en 1547, sus descendientes mantuvieron la propiedad. Martín Cortés Zúñiga, su hijo, heredó el marquesado, pero, en 1566, al verse involucrado en una conspiración que pretendía apoderarse del gobierno de la Nueva España, fue expulsado del virreinato, las casas y el extenso terreno quedaron en manos de un apoderado legal y, ya en malas condiciones, fueron vendidas al Sacro Monte de Piedad, en 1836.