Este hallazgo se registró durante los trabajos de excavación que supervisa el Programa de Arqueología Urbana (PAU) en la Plaza Gamio, a un costado de la Catedral Metropolitana, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde se habilita el área para la construcción de un nuevo acceso a la zona arqueológica y del museo que aloja el monolito de Tlaltecuh.
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) descubrieron cinco esculturas, tres de ellas fragmentos, que en algún momento estuvieron colocados en las fachadas del Templo Mayor, de la antigua Tenochtitlan, entre 1325 y 1521 d.C. Entre las representaciones de piedra encontradas, destaca un clavo arquitectónico en forma de cráneo, el más grande encontrado hasta ahora en las inmediaciones del recinto prehispánico.