Si se habla de artesanías emblemáticas de Oaxaca, simplemente es imposible pasar por desapercibido el barro negro y la sorprendente artesanía oaxaqueña que se realiza con él.
Tomando como referencia milenarias técnicas prehispánicas, alfareros oaxaqueños arman y plasman en el barro verdaderas obras de arte llenas de folklore.
Posteriormente se cuecen a fuego lento en hornos bajo tierra acompañados de leña de encino, proceso mediante el cual se quema el barro y es de esto de donde proviene el color negro característico de estas piezas.
Al apreciar una pieza de barro negro es sencillo el quedar anonadado con los meticulosos cortes y formas tan llamativas que seguramente llevan por adorno.
Durante la elaboración de piezas, como parte del proceso, los artesanos plasman a mano alzada el preciso diseño de la pieza sin oportunidad a fallar.
Antiguamente, los maestros artesanos del barro negro de Oaxaca se centraban en crear simples formas utilitarias como lo son los jarrones y los floreros.
Esta artesanía se ha mantenido en constante evolución, dando como resultado diseños mucho más complejos y estéticos lo cual los hacen más atractivos.
Hoy en día, en el mundo del barro negro es posible encontrar animales, esqueletos, figuras humanas, entre muchos otros tipos de formas,como en toda artesanía, la elaboración de piezas de este particular material obscuro conlleva una gran inversión de tiempo y aún más dependiendo del diseño y tamaño.
Se calcula que el elaborar las piezas puede llevar en promedio desde 2 a 6 días según su tamaño, esto, más 12 a 15 horas de cocción en el horno subterráneo.
Sin embargo, hay registros de artesanos que han elaborado piezas durante meses completos trabajando sin parar en una sola obra lo cual hace que tenga un mayor valor.