El 13 de julio de 1954 falleció la pintora Frida Kahlo y su cuerpo fue velado en el Palacio de Bellas Artes, una semana antes de que muriera, Frida Kahlo celebró su último cumpleaños.
El número 47,era el 6 de julio de 1954, la despertaron con Las Mañanitas y por la tarde comenzaron a llegar los más de cien invitados a la Casa Azul de Coyoacán, se dice que se ofreció mole de pavo y tamales con atole, la artista ya anticipa su muerte, por eso ese día celebró como nunca.
Por esos días, Frida hizo las últimas intervenciones a su diario con pensamientos en torno a la muerte y dibujos de ángeles negros.
El 13 de julio en la madrugada, Frida se quejó de unos dolores, según cuenta la escritora Hayden Herrera, la enfermera que la cuidaba se los calmó y se quedó con ella hasta que la pintora se quedó dormida, a las seis de la mañana regresó para ver cómo seguía.
Frida tenía los ojos abiertos, fijos y su cuerpo estaba frío.
El chofer de la familia cuenta Herrera fue quien llevó la noticia a Diego, señor, murió la niña Frida.
El acta de defunción dice que su muerte se debió a una embolia pulmonar, muchos creyeron que la artista en realidad se había suicidado, otros pensaron que murió a causa de una sobredosis.
El libro Frida íntima de Isolda Pinedo Kahlo, sugiere una versión poco comentada sobre la muerte de la pintora que relata que fue encontrada sin vida en el baño y que fue un dato que Diego prefirió omitir.
Al cuerpo de Frida nunca se le practicó una autopsia a pesar de que su cuerpo presentaba moretones.
El homenaje a Frida Kahlo en Bellas Artes, Con un vestido de tehuana, huipil blanco de Yalalag, un collar de Tehuantepec y anillos en todos los de las manos, el cuerpo de Frida fue colocado en un ataúd y llevado al Palacio de Bellas Artes en donde permaneció hasta la mañana siguiente.
Entre las personalidades que asistieron al homenaje de cuerpo presente, se encontraban Lázaro Cárdenas, David Alfaro Siqueiros, Carlos Pellicer, Lola Álvarez Bravo, Juan O’Gorman, Aurora Reyes, y José Chávez Morado, entre otros. Además de los familiares de Frida y Diego, estudiantes, representantes de la embajada rusa y miembros del Partido Comunista.
Ya estando en Bellas Artes, Diego Rivera aún desconfiaba del certificado de defunción, no creía que Frida estuviera muerta, debido a que aún presentaba actividad capilar y sus vellos aún se levantaban sobre su piel.
En un momento, durante la velación, Arturo García Bustos, uno de los alumnos de la pintora, se acercó al ataúd y le colocó encima una bandera con el martillo y la hoz, símbolos comunistas.
De inmediato causó un revuelo, ya que la única condición que se le había puesto a Rivera, al momento de conceder el permiso de hacer la ceremonia en el Palacio, era que no hubiera tintes políticos.
Empleados del Palacio de Bellas artes solicitaron a Rivera que retirara la bandera, pero se negó, como consecuencia, Frida Kahlo fue durante esa noche una heroína comunista, y el director de Bellas Artes, Andrés Iriarte, sería despedido días más tarde
Antes de sacar el ataúd del Palacio, Cristina, hermana de Frida, pidió a los asistentes que cantaran el himno nacional y el Corrido de Cananea.
Al finalizar, el féretro fue cargado por Rivera, Siqueiros, Iriarte y otras personas. La carroza fúnebre llevó a Frida hacia el crematorio del Panteón Civil de Dolores por la Avenida Juárez.
Durante la cremación se cantaron algunas baladas que le gustaban a Frida como Adiós, mi chaparrita, La barca de oro y La embarcación.
El pintor David Alfaro Siqueiros, que estaba muy cerca de la ventana del horno dijo que al momento de que el cuerpo se incendiara, parecía que Frida estaba sonriendo dentro de un girasol.
Diego Rivera escribió años más tarde en su autobiografía que, El 13 de julio de 1954 fue el día más trágico de mi vida. Perdí a mi querida Frida, para siempre… Demasiado tarde me di cuenta de que la parte más maravillosa de mi vida había sido el amor que sentía por Frida.
Los restos de Frida reposan en el Museo Frida Kahlo en Coyoacán.