El quetzal, el ave sagrada de México.

El quetzal fue considerado un ave con origen divino para mayas y mexicas.

El quetzal fue considerado una manifestación divina por los mayas y mexicas, su nombre proviene del náhuatl quetzalli, que quiere decir hermoso, bello o sagrado.

Durante la época prehispánica el quetzal estuvo asociado al dios mexica Quetzalcóatl y a su paralelo maya Kukulkán.

Según el Popol Vuh, libro sagrado de la cultura maya, cuando el dios creador Kukulkán y Tepeu, dios del cielo, decidieron dar vida a las aves soplaron sobre el árbol de guayacán. 

Como consecuencia, las hojas azul verdoso del guayacán se dispersaron en el viento y se transformaron en el pájaro quetzal.

La cultura maya mantuvo al quetzal en alta estima, su plumaje era considerado moneda de cambio y era muy codiciado.

Además, las largas plumas del quetzal macho fueron empleadas para confeccionar la indumentaria imperial y sacerdotal, sin embargo, el quetzal no era cazado, sus plumas eran quitadas después de la temporada de reproducción para luego ser puesto en libertad.

 Matar un quetzal era visto como un crimen y ameritaba la pena de muerte.

Debido a su resistencia al cautiverio, en el que el quetzal suele morir, esta ave ha sido considerada símbolo tradicional de la libertad y la energía creativa. 

El quetzal recibe el nombre científico de Pharomachrus, proviene del griego antiguo pharos, manta, y makros, largo y está clasificado dentro de la familia de los pájaros trogones.

La dieta del quetzal está compuesta de frutos, pequeños insectos, lagartijas y ranas, por lo cual es considerada un ave omnívora.

Los ejemplares macho presentan plumajes de color verde metálico y pecho rojo, durante la etapa de reproducción, los machos desarrollan una cola de hasta 1 metro de longitud, lo cual contrasta con el cuerpo, cuya medida puede llegar a ser de 35 cm.

Como es común entre las aves, el quetzal es una especie que presenta dimorfismo sexual debido a ello las hembras presentan colores más opacos y no desarrollan cola.

Durante la temporada de apareamiento, los quetzales macho emprenden vuelos nupciales para atraer a las hembras.

 Posterior a ello, tanto hembras como machos participan en la incubación y protección de las crías, que suele ser de dos individuos por temporada.

Actualmente el quetzal habita desde la región sur de México, hasta la parte norte de Venezuela, debido a la caza ilegal, la población de esta especie se ha visto reducida, lo cual ha provocado que entre en la categoría de especies en peligro.