En los últimos años el penacho de Moctezuma se ha convertido en un tema polémico, pues distintos activistas y líderes políticos han reclamado su retorno a México, sin embargo, el protagonismo que ha tenido este artefacto ha provocado que se pierdan de vista otros objetos que también forman parte del legado prehispánico llevado al Museo del Mundo de Viena.
Se trata de los códices mixtecos Becker I y II, el primero forma parte del códice Colombino que está en la bóveda de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, el cual es el único manuscrito prehispánico en su tipo que está en México y que fue elaborado en piel de venado.
¿Cómo es la colección prehispánica en Viena?
Asimismo, en el Museo de Viena también se encuentran algunas vasijas mayas, máscaras y figurillas de jade olmecas, y esculturas mixtecas y zapotecas, de acuerdo con las declaraciones del antropólogo Jesús Nava Rivero a las revista Imágenes, las colección mexicana en el Museo de Viena tiene tres orígenes:
El vasto acervo etnográfico que se almacenaba en el Castillo de Ambras desde finales del siglo XVI, donde se encuentran regalos de Hernán Cortés al rey Carlos V ,en esta colección se encuentra el penacho de Moctezuma, un escudo y un abanico estilo chimalli que pudo pertenecer al tlatoani Ahuízotl y joyas de arte plumario.
La colección que juntó el fraile y botánico Dominik Bilimek, quien fue colaborador del emperador Maximiliano, el acervo fue comprado en 1978 por el Museo de Etnología de Viena y posee obras de arte prehispánico, una representación de Chicomecóatl, una máscara en piedra verde de Xipe Tótec, un objeto que representa un guajolote.
El tercer origen es la colección del alemán Philipp Becker, regalada por Georg Haas en 1897 al Museo de Etnología de Viena, que incluye el códice Iya Nacuaa, uno de los pocos con ilustraciones y, por lo tanto, es sumamente valioso, fue hecho en el siglo XV y proviene de Oaxaca, zona habitada por los mixtecos.
El penacho de Moctezuma en el Museo de Viena, ¿cómo llegó a Europa?
El penacho de Moctezuma es una de las piezas más importantes y simbólicas de México, a su alrededor, hay una serie de sucesos y polémicas que terminaron con su llegada a Viena, Austria.
Este artefacto es una obra de arte que tiene una dimensión de 178 centímetros de ancho por 130 centímetros de largo, está compuesto por plumas verdes de quetzal, rojas del pájaro espátula y otras de color café, turquesas y azules claras de cotinga zuleja macho, además, éste tiene incrustaciones de oro en forma de medias lunas y otros metales preciosos como la plata y el cobre.
La leyenda que lo rodea
De acuerdo con la historia, este penacho fue propiedad de Moctezuma II Xocoyotzin, quien se lo entregó a Hernán Cortés como un símbolo de buena voluntad en 1519, una de las teorías es que este objeto no fue obsequiado, sino robado por conquistadores españoles, pero esto no es más que una especulación ya desmentida por historiadores.
¿De regreso a México?
Actualmente una réplica creada en 1940 es exhibida en el Museo de Antropología de la Ciudad de México. Sin embargo, el gobierno federal ha solicitado a la nación austriaca la devolución de la pieza original, proponiendo intercambiarla por la carroza de Maximiliano de Habsburgo, el segundo emperador de México que era de origen austriaco.
El gobierno de Austria y autoridades del Museo del Mundo han rechazado la petición del gobierno mexicano, afirmando que, la pieza no podría ser trasladada en al menos 10 años más, esto debido a su antigüedad y actual estado, pues cualquier vibración o aire durante su transporte podría destruirlo, por lo que, el pueblo mexicano tendrá que esperar al menos una década para lograr concretar la entrega de esta pieza histórica y cultural.