El 5 de abril, miles de activistas se congregaron en el parque Pack Square, en el centro de Asheville, como parte del movimiento ¡Manos Fuera!, una serie de protestas a nivel nacional destinadas a confrontar las políticas y acciones del expresidente Donald Trump y su asesor multimillonario, Elon Musk. La manifestación en Asheville fue una de las muchas celebradas en todo el país, donde los participantes se unieron para expresar su oposición a diversas medidas de la administración Trump, desde severos recortes presupuestarios a departamentos federales y deportaciones masivas hasta la creciente influencia de los intereses corporativos en el gobierno.
El evento comenzó alrededor de las 11:00 a. m., cuando los manifestantes llenaron el parque en una contundente muestra de resistencia. Personas de todas las edades, orígenes y afiliaciones políticas se unieron a la manifestación, sosteniendo carteles con mensajes como “Manos Fuera de Nuestros Derechos”, “Acabemos con la Separación Familiar” y “Las Corporaciones No Dirigen Estados Unidos”. Sus voces resonaron en cánticos de “¡Sin justicia, no hay paz!” y “¡Poder para el Pueblo!”. Mientras buscaban amplificar sus demandas de rendición de cuentas y reformas.
Las manifestaciones de ¡Manos Fuera! no fueron solo protestas: fueron un llamado a la acción, una movilización de ciudadanos que sentían que sus voces habían sido ignoradas bajo la administración Trump. Desde el desmantelamiento de servicios sociales vitales y protecciones ambientales hasta las políticas divisivas en torno a la inmigración, la manifestación sirvió como plataforma para quienes querían asegurar que sus preocupaciones se escucharan alto y claro.
Para muchos en Asheville y en todo el país, la manifestación fue un poderoso recordatorio de que el activismo no se trata solo de protestar, sino de actuar, crear un sentido de comunidad y exigir que quienes ostentan el poder respondan ante el pueblo. Y para los miles que se congregaron en Pack Square Park el 5 de abril, sus voces colectivas dejaron algo claro: no iban a permitir que las acciones de unos pocos individuos poderosos dictaran el futuro de su país. El movimiento ¡Manos Fuera! estaba vivo y coleando, y no iba a desaparecer.