El tejate es una bebida de origen prehispánico que es parte del gran repertorio y riqueza de nuestras bebidas típicas mexicanas.
Originalmente tuvo un gran valor ceremonial, pues sólo se bebía cuando se iniciaba la siembra o la cosecha del maíz.
Su nombre en lengua zapoteca es cu´hub, pero actualmente es más conocido como Tejate, palabra de origen náhuatl, “textli”masa y “atl” agua, que significa “agua harinada”.
Es originaria de los Valles Centrales de Oaxaca y se elabora a base de maíz, cacao, hueso de mamey y flor del cacao o rosita de cacao.
Esta bebida se distingue por la espuma blanca y grumosa que se forma en su superficie, debida a la flor del cacao.
Esta flor se encuentra todo el año en los árboles del rosital, los cuales se localizan principalmente en San Andrés Huayapan, razón por la cual este municipio es considerado la tierra del tejate, donde muchas familias viven de la venta de esta bebida.
La elaboración del tejate es aprendida y heredada de generación en generación, principalmente por mujeres, quienes se conocen como tejateras.
Para una preparación de calidad se necesita mucho trabajo, tiempo y dedicación de las tejateras, quienes merecen un reconocimiento por su labor para conservar nuestro patrimonio y tradiciones gastronómicas.
El consumo de tejate se ha vuelto muy popular tanto en zonas rurales como urbanas del país, e incluso en Estados Unidos a través de la migración.
A pesar de que su consumo ha sido desplazado por la alta disponibilidad de refrescos y otras bebidas azucaradas, el tejate es un excelente ejemplo de la persistencia del consumo de una bebida tradicional a través del tiempo, desde su origen prehispánico, sobreviviendo a la colonización y su expansión hacia otros países promovida por la globalización actual.
El tejate es una excelente fuente de energía, calcio, magnesio, potasio, hierro y zinc.
Por su elaboración a base de maíz nixtamalizado, proporciona la misma cantidad de proteína y fibra que aportaría el consumo de una porción similar de tortillas.
Es una excelente fuente de hidratación, dado que culturalmente el tejate ha sido consumido como bebida refrescante para las largas jornadas de trabajo intenso, particularmente en periodos o zonas de calor.
Además, el tejate es una bebida de bajo índice glucémico, es decir, que mantiene una buena respuesta de absorción de la glucosa, evitando que ésta permanezca mucho tiempo en el torrente sanguíneo.
De ahí la relevancia y preocupación por la sustitución del consumo de esta bebida típica mexicana por refrescos y otras bebidas azucaradas.