Cuando la tormenta Helen llegó a la región, el viento y la lluvia que trajo consigo fueron inimaginables, tal es el caso del Lake Julian, ubicado en Arden, NC, es conocido por ser un hábitat importante para aves migratorias y residentes, como los gansos, por lo que experimentó un cambio dramático por el impacto del desastre natural, alterando el hábitat natural de estas y otras especies.
El nivel del agua cambió, afectando las áreas bajas donde los gansos y otras aves solían descansar, alimentarse y anidar. Las fuertes ráfagas de viento derribaron árboles y arbustos, cambiando el paisaje y desorientando a los animales. Los gansos, que generalmente se alimentan de pastos y plantas en las orillas del lago, tuvieron que buscar refugio en áreas más elevadas.
Algunos gansos pudieron haber quedado atrapados en áreas inundadas o incapaces de volar a causa de las condiciones climáticas extremas, el cambio del ecosistema del lago fue arruinado por lo tanto las fuentes de alimento que los gansos normalmente encontraría en la ribera del lago y plantas acuáticas se vieron afectadas.
Después de la tormenta, el acceso al parque donde se encuentra Lake Julian se vio severamente limitado. El parque quedó cerrado al público debido a daños en las infraestructuras, caminos bloqueados por árboles caídos, y la necesidad de evaluar los efectos ecológicos.
Los gansos y otras especies afectadas se vieron obligados a adaptarse por sí mismos a las nuevas condiciones, mientras los especialistas en vida silvestre esperaban condiciones más favorables para poder intervenir. A pesar de los enormes desafíos, los gansos son aves resilientes. A lo largo de los años, se han adaptado a diferentes cambios en sus hábitats.
Es probable que algunos de los gansos desplazados por la tormenta hayan encontrado nuevas áreas para alimentarse y refugiarse, mientras que otros pudieron haber migrado a otras zonas más seguras en busca de condiciones más favorables.
