El panucho tradicional consiste en una tortilla de maíz a la que se le hace un pequeño corte en la orilla y se rellena de frijol colado, hecho esto, se fríe en aceite o manteca, posteriormente se coloca encima carne de pollo deshebrada, cebolla morada en vinagre y salsa tamulada de chile habanero.
En otros pueblos la variante es una pequeña tortilla de maíz hecha a mano, a las que se le hace un corte por el que se mete un guiso hecho a base de frijol y que luego es freída en aceite o manteca de cerdo, posteriormente se adorna con hojas de lechuga, carne de pavo guisada, o carne de pollo, tomate y cebolla previamente sazonada con naranja agria y sal, aguacate, zanahoria y recado colorado una pasta de semillas de pipián, chile y achiote.
Se pueden acompañar con una cantidad extra de salsa picante hecha a base de chile habanero.
El panucho tiene su origen en la ciudad de Mérida, México, en una zona aledaña al barrio de San Sebastián, conocida como la Ermita de Santa Isabel.
La tradición popular narra que en esta zona vivía un señor conocido como Don Hucho, el cual tenía un puesto de alojamiento y comida para los viajeros que iban o venían rumbo a Campeche a través del Camino Real que era como se le conocía a la principal vía de comunicación entre esas dos ciudades, hacia mediados del siglo XIX.
Cierto día, un viajero que llegó entrada la noche le pidió algo de comer a Don Hucho, a lo que este respondió que no tenía nada que ofrecer, el viajero insistió, diciendo que comería cualquier cosa y don Hucho comenzó a preparar un bocadillo con los ingredientes que tenía a mano en ese momento: pan con frijoles colados y huevo cocido, el cual ofreció al viajero.
Este platillo resultó del agrado de los pasantes de aquella época, quienes empezaron a llamarlo el pan de don Hucho, con el paso de los tiempos, el pan se reemplazó por tortilla y el platillo se popularizó hasta ser llamado Panucho.
Actualmente el panucho junto a otros platos de la comida yucateca como el salbut, polcán empanadas de carne y queso etc. pueden comerse en todos los mercados tradicionales de la península de Yucatán, tanto en su forma convencional con pavo o pollo a la yucateca como en variaciones usando relleno negro, y muchos otros.
Generalmente no son el alimento principal de una comida, sino un antojito, son muy apreciados en varias partes de México, gracias a la difusión de los restaurantes yucatecos.