Milpa Alta, de los pocos lugares donde aún se habla la lengua de los aztecas en la CDMX.

Milpa Alta es una alcaldía de la Ciudad de México que conserva con orgullo su identidad campesina e indígena. Conoce este bastión del náhuatl en la capital mexicana.

La Ciudad de México es una de las urbes más grandes del mundo, en sus entrañas habitan personas con diversos orígenes y culturas. Sin embargo, y por más sorpresivo que parezca, existen regiones cuyas raíces prehispánicas resisten a las inclemencias de la historia. Este es el caso del náhuatl, lengua originaria que, aunque se ha visto mermada por siglos de promoción del habla del castellano, aún se encuentra viva en la zona de Milpa Alta.

Milpa Alta, una alcaldía con arraigo indígena.

Milpa Alta es una de las 16 demarcaciones que conforman la Ciudad de México. Se encuentra ubicada al sur de la capital y fue conquistada por los españoles en el año 1529. Durante la Revolución Mexicana, Milpa Alta se convirtió en uno de los bastiones de la lucha campesina encabezada por el caudillo del sur, Emiliano Zapata.

Debido a su vocación agrícola, en la década de los setentas se introdujo masivamente el nopal, cuya siembra es un pilar de la economía local. Actualmente, el 80% del nopal consumido en México proviene de Milpa Alta, aunque existe poca conciencia sobre la realidad rural de dicha alcaldía.

Entre sus principales fiestas se encuentra la Feria Nacional del Mole, la Feria de los globos de papel y la celebración de Día de Muertos. Cada una de las cuales se encuentra penetrada por la cultura rural y gastronómica propias de la alcaldía y su vecino Xochimilco.

Originalmente, la población se llamaba Malacachtépec Momoxco y estaba conformada por pueblos de habla náhuatl. Los momoxcas se localizaban en la vertiente septentrional de la sierra de Ajusco-Chichinauhtzin y tenían su capital entre los volcanes Tláloc y Teuhtli. De acuerdo con algunas fuentes poco sostenibles, los momoxcas eran descendientes de los toltecas.

Orgullo por la lengua náhuatl

Actualmente existen cerca de 3 mil individuos que conservan el náhuatl como lengua materna, lo que representa el 4% de la población de la alcaldía. Dicho número convierte a Milpa Alta la demarcación con mayor hablantes de una lengua indígena en la Ciudad de México.

Por otra parte, muchas de las tradiciones de Milpa Alta conservan su estructura indígena. Entre ellas se encuentran las mayordomías, propias de los pueblos mesoamericanos. En gran medida, esta conservación se debe al aislamiento que la alcaldía tiene, ya que aunque la mayoría de los pobladores encuentran su fuente de ingresos en otros zonas de la Ciudad de México, pocas veces es visitada por capitalinos de otras partes.

La tierra de cultivo representa más de la mitad del territorio de Milpa Alta, lo cual influye en la identidad de sus habitantes, quienes poco a poco empiezan a recuperar su legado momoxca y el habla del náhuatl. Pueblos como San Lorenzo Tlacoyucan, San Jerónimo Miacatlán y Santa Ana Tlacotenco se han convertido en bastiones e revitalización de la lengua náhuatl, trabajando de forma autónoma e institucional. Con ello, esta alcaldía al sur de la capital mexicana se convierte en un ejemplo de cómo el mundo contemporáneo puede convivir con las raíces más profundas.